Para conocer las aplicaciones de los estilos negociación es necesario que conozcas primero cuál es el concepto bajo el que se manejan, para luego comprender en una tónica real donde pueden ser aplicados de forma correcta.

Inicialmente los estilos negociación se comprenden en dos, en primer lugar esta la negociación por posicionamiento y en segundo lugar la negociación sobre el mérito.

La negociación de posicionamiento es el modelo que se orienta hacia la razón de que cada una de las partes toma su postura ante una situación o problemática especifica, es necesario recordar que cuando se hace alusión a una postura es a una idea o creencia.

Bajo este concepto cada una de las partes deberá defender su posición pero mediante un debate que no busca consumirse en un enfrentamiento violento si no que por el contrario se orienta hacia un conversatorio.

El objetivo de esto es establecer los intereses de cada parte así como los motivos de las mismas, a fin de esclarecer una situación y fomentar la resolución de una estrategia que involucre un beneficio a medias para todas las partes implicadas.

Sin embargo en este tipo de negociaciones pueden haber dos caras de una misma moneda, ya que puede ocurrir la negociación dura y la negociación blanda, que corresponde específicamente a la utilización de lenguaje ofensivo e incluso violento, y a la conversación sana respectivamente.

Este tipo de negociación es la que se realiza con mayor frecuencia en nuestra vida cotidiana debido a que son las que se presentan cuando entramos en una situación que genera descuerdo con otra u otras personas.

En este sentido siempre es positivo actuar conforme a una negociación posicional blanda, debido a que en esta se aplica la empatía, la amabilidad, el criterio y la razón, de manera que ambas partes se benefician sin faltar a sus intereses iniciales.

Mientras por otra parte esta la negociación de mérito, esta es completamente el tipo de negociación que se centra en la empatía hacia la persona d el a posición opuesta a nosotros debido a que demanda mayor comprensión y capacidad de reflexión.

Esta negociación es la que se puede presentar cuando se recibe una instrucción que no se desea cumplir ya que inicialmente no es de nuestro agrado, en esta circunstancia es factible optar por esta negociación que no se orienta en la forma si no en el fondo.

Es decir deja de lado la situación presente y se enfoca en los intereses en común y la resolución del problema en conjunto, lo que demanda pro actividad en todo momento.

Por Carmen